domingo, 30 de septiembre de 2012

SOPORTE PARA PUNTERO LÁSER VERDE


CONSTRUCCIÓN DE UN SOPORTE PARA PUNTERO
Ante la gran oferta de punteros verdes para señalar estrellas, ya no es tan caro comprar uno de ellos, podemos tener al menos dos y  utilizar uno  en actividades públicas y otro para colocarlo en  paralelo al telescopio, éste último nos servirá para señalar  las estrellas brillantes elegidas por el sistema goto de la montura en su alineamiento, y también  para saber  en qué zona  de una constelación se encuentra aquel objeto débil que hemos buscado por coordenadas o por número de catálogo.
Actualmente se pueden encontrar en el mercado on-line  punteros por sólo unos cuantos euros, sí, por 5 ó 6 euros ya tienes un puntero láser verde para señalar estrellas, pero claro el problema puede llegar muy pronto cuando ves que tu flamante puntero no funciona. Teniendo en cuenta ese dato, podemos elegir un puntero por unos 30 ó 40 euros que nos da más garantía  sin necesidad de irse a los 100 euros que normalmente cuestan los de buena calidad.

Un compañero de afición instaló en su Takahasi un  puntero con soporte que le costó unos 150 euros hace ya tiempo de los primeros que salieron y viendo las bondades que ofrece me lancé a construir uno.

Tras consultar en la web diferentes modos de construirlo, me di cuenta que: o tienes herramientas  o te gastas los dineros en torneros y piezas de ferretería que sin duda darían buen resultado pero yo quería gastarme muy poco y descarté todos los diseños encontrados,  al final me gasté 3,50€ en las piezas y nada en el puntero, me lo regalaron días antes.
Buscando tuercas hexagonales  grandes en una ferretería encontré  un manguito de PVC para conectar mangueras de riego. El diámetro y la longitud de esta pieza de 0,75€ me inspiró un diseño parecido al de la foto y aunque estéticamente difiere mucho del modelo “oficial” el resultado es exactamente el mismo. Compré dos manguitos por si el primero fallaba.

Si las piezas circulares o hexagonales son de hierro, tendremos que llevarlas al tornero para  que nos haga 7 orificios roscados y así con 6 de ellos  colimar el puntero, el séptimo hará de interruptor. Como ya conozco las tarifas de los torneros decidí irme al manguito de PVC.
Los tornillos elegidos fueron de tipo allen y métrica 6mm. Con un taladro hice los 6 orificios con una broca 5,5mm en el cuerpo del manguito, 3  en cada extremo a 120º,  pero el tornillo no cabe,  por lo que con la misma broca le di  unas pasadas para quietarles un poco de pared y meter el tornillo, así con el taladro y una punta de tipo allen empujando hacia abajo conseguí hacer una rosca en el manguito y funcionó, así hasta siete. Como el tornillo allen tiene la cabeza redonda y estriada perpendicularmente se puede apretar y aflojar con facilidad. Los tornillos me costaron 2 euros.

Otro factor muy importantes es el acople al telescopio,  cada usuario necesitará un diseño de soporte en función del tubo que tenga, yo lo resolví aprovechando una vieja cola de milano de mi Meade que ahora no utilizo, el manguito lo pegué con pegamento de tipo cianocrilato a una lámina metálica que a su vez ésta es cogida por dos tuercas a la base de la cola de milano.


Ya solo queda probarlo con las estrellas.


domingo, 2 de septiembre de 2012

CRÓNICA LUNAR, OBSERVACIÓN EN EL OCTAVO DÍA





OBSERVACIÓN LUNAR EN EL OCTAVO DÍA


 Fuentes consultadas:

“DESCUBRIR LA LUNA”
 Jean Lacroux y Christian Legrand.

LUNAR CHART
NATIONAL AERONAUTICS AND SPACE  ADMINISTRATION
NASA

FOTOGRAFÍAS
Ramón Sobrino Muñoz

Equipo: Telescopio refractor  MEADE-ALTAIR, 152/760mm
Ocular Hiperion 21mm
Ocular Vixen LV 6mm + lente Barlow de 1,6x

ADVERTENCIA: Tenga en cuenta el lector que los gráficos están posicionados con imagen derecha y los comentarios se han hecho según la imagen invertida horizontalmente que da el telescopio refractor.

VISTA GENERAL A 36X DE NORTE  A SUR
     Ya queda al descubierto buena parte del Mare Frigoris y sin querer mis ojos se fijan en el enorme circo Platón cuyas paredes del punto cardinal oeste rozan el terminador. Muy cerca, hacia el este, y un poquito hacia el sur,  el Valle Alpino, inmensa grieta o falla que atraviesa la cordillera del mismo nombre. Siguiendo hacia el este destacan los cráteres Aristóteles y Eudoxus (para ver idóneamente en la sexta noche) ya muy iluminados por el Sol y a penas sin detalle o contraste, el primero más grande deja descansar su pared norte sobre la llanura del Mare Frígoris.
En nuestro camino hacia el sur, bajamos hasta el Mare Imbrium (Mar de las Lluvias) que ya expone 1/3 de su superficie a la radiación solar mostrando toda la cordillera de los Apeninos y el cráter Eratóstenes al final de ésta.
Muy bien definidos quedan los cráteres Autolycus y Aristillus casi en la frontera entre el Mar de las Lluvias y el Mar de la Serenidad, pero dominando como un perfecto anillo destaca el circo de Arquímedes junto a los montes del mismo nombre situados al sur del cráter.


   

     De inmediato y sin querer, uno repara en la enorme cordillera de los Apeninos cuyo recorrido pone fin a una buena parte del Mar de las Lluvias y al sur de esta cordillera encontramos el pequeño Mar del Vapor donde sin duda la noche anterior y con más aumento hubiéramos observado las interesantes rimas: Aridaeus, Hyginus y Triesneker. Pocos detalles podemos advertir en el centro del satélite con el ocular de 21mm, por este motivo seguimos bajando hasta llegar a la cola del pavo o Cauda Pavonis como la llamó el precursor del telescopio Galileo Galilei en el año 1610. De mayor a menor y de norte a sur los tres cráteres que componen esta cadena son: Ptolomeo, Alfonsus y Arzachel, puedo apreciar las diferentes profundidades o altura de sus paredes cuyas sombras son más pronunciadas en el más pequeño Arzachel.
     Muy notable se aprecia el cráter Herschel al norte de Ptolomeo con sombra hasta casi la mitad del pequeño círculo en cuyo centro se aprecia un pequeño pico. Entre Alfonsus y Arzachel, hacia el oeste, destaca de forma sobresaliente el pequeño cráter Alpetragius  muy profundo y con un gran pico central que proyecta su sombra hasta la otra mitad del fondo.
Hacia el suroeste de la cola del pavo, los rayos solares iluminan una pequeña parte del Mare Nubium, dicho de otra manera “amanece en el Mar de la Nubes” y como si de una raya perfecta o corte en la superficie se tratara, la formación Rupes Recta que alcanza los 110 km de longitud  por 2 ó 3 de ancho y unos 300 metros de altura proyecta su sombra hacia el cráter Birt. Éste último de 17 km de diámetro está acompañado por Birt A que rompe su pared este, pero a tan poco aumento es prácticamente imposible su observación.
     Para terminar este recorrido general de la superficie lunar  a bajo aumento cabe destacar algunos de los cráteres más vistosos e imponentes del sur lunar, son: Tycho, Maginus, Clavius y Orontius entre otros.



DETALLES LUNARES A 200 AUMENTOS.
OCULAR DE 6mm VIXEN LANTANUN + LENTE DE BARLOW DE 1,6x. en el mismo telescopio.

     La imagen que ofrece el telescopio con esta combinación es impresionante siendo posible observar incluso a 300 aumentos.
     Como en la panorámica anterior, comenzamos por el norte con detalles de Platón.



     Es uno de los cráteres más fotografiados por los aficionados lunares, quizás en busca de algunos de los fenómenos transitorios  que tienen lugar en su interior  o  por  su singularidad. Es un cráter de 100 km de diámetro casi perfectamente circular y una buena cantidad de cratercillos en su interior, su fondo oscuro contrasta con el tono claro de las montañas que lo rodean. En el momento de la observación, las sombras de sus paredes proyectadas contra el fondo  son muy extensas y llegan casi hasta la mitad del círculo. Como término medio sus paredes miden unos mil metros de altura  aunque algunas  alcanzan de forma aislada los dos mil. Observo la sombra de tres picos  que se extienden especialmente hacia el oeste  siendo el más largo el que se encuentra más al sur. También se aprecian dos deformaciones en sus paredes una en el oeste y otra en el sureste. A pesar de los cratercillos que  Platón posee en su interior no observo ninguno, es probable que se necesite más aumento o quizás esperar al décimo día cuando los rayos solares caigan perpendicularmente.
     Hacia el este y sureste de Platón se extiende una vasta región muy accidentada de valles y montañas, son los montes  Alpes que albergan el más famoso valle lunar que pueda observar el aficionado, el Valle Alpino de unos 200km de longitud más parece un gran cañón que parte el macizo montañoso en dos.


  
     Hacia el sureste entrando en el Mare Imbrium el cráter Cassini (Se observa mejor en la sétima noche) resulta llamativo por  dos cráteres que contiene repartidos en su interior. Las paredes de Cassini a penas ofrecen algo de relieve, parecen antiguas y desgastadas y por fuera al pie de la pared noroeste un pequeño cratercillo de unos 5 km de diámetro.


   
     Continuando la excursión hacia el sur llegamos hasta la costa norte del Mare Imbrium, allí son varios los minúsculos cratercillos y montes aislados que observo. Aparece la parte oriental de  los montes Tenerife con sus picos más elevados altamente iluminados por el Sol mientras que sus valles quedan sumergidos en la sombra del terminador. Tras los montes Tenerife,  lo  más destacado  sin duda es Mons Pico de 2400 metros de altura  y  15 x 25 km de base. A unos 60 km al sur el pico Beta, lo veo similar al anterior pero según los manuales de menor altura, 1500 m.


   
     Hacia el este el cráter Piazzi Smyth que me parece muy profundo por la intensidad de su sombra interior, está rodeado de diminutos cratercillos a penas visibles y dos montículos casi invisibles situados equidistantes al noreste y suroeste respectivamente y hacia el sureste el Mons Pitón de 2200 m de altura y 25 Km en la base. Con telescopios más grandes es posible adivinar el pequeño cráter de 800 m que deforma su cima.
     Siguiendo mi recorrido hacia el sur por el borde del terminador, llegué hasta Arquímedes, perfecto anillo amurallado de 95 km de diámetro con paredes que en algunos casos alcanzan los 2000 m de altitud. Hacia el este lo acompañan Autolycus y Aristillus, el primero más grande y con gran promontorio central pero ya están muy iluminados siendo mejor noche  la del sétimo día para su observación.


 
     Llego hasta los Apeninos, siempre impresiona observar esta majestuosa cadena montañosa que alcanza casi los 1000 km de longitud por una anchura de 100 km. Varios son los picos de gran altura  que proyectan sus sombras hacia la cara oeste, tomo el mapa para reconocer las cumbres más altas por su nombre; empezando de sur a norte,  cerca del cráter Eratóstenes se encuentra Ampère de 3000 m, y un poco más arriba, prácticamente de inmediato, Huygens de 5500 m es el más alto de todos y le sigue hacia el norte el monte Bradley de 4200 m muy cerca del cráter Conon en la pared este de la cordillera. Un pequeño detalle a considerar entre tanto monte es sin duda la llanura  Palus Putredinis o pantano de la putrefacción  que se encuentra  entre  la parte noroccidental de la cordillera  y el circo anillado de Arquímedes, zona muy alisada  de forma casi cuadrada de 160 km de lado con eyecciones de la formación de Arquímedes,  yo no reparé en ellas. Sí reparé forzosamente en el monte Hadley porque además de su altura, 4800 m, cerca de su base alunizó el Apolo 15, una pequeña brecha conecta el pantano de la putrefacción con dicha zona de alunizaje. Es cuanto menos conmovedor observar el punto en el que dos humanos posaron sus pies en otro mundo. Reconozco haber sufrido escalofríos más de una vez a pie de telescopio.


  
     La punta sur  que pone fin a los montes Apeninos termina en el cráter  Eratóstenes de 55 km con un pico central algo deforme o derruido. Al norte y al oeste varias colinas sinuosas dan “cobijo” al cráter. Hacia el suroeste, no pude ver  la cadena de cratercillos de Stadius muy  diminutos y aún sumergidos en el terminador y mucho menos el famoso cráter Copérnico que se ve mejor en el noveno día.
     Seguidamente bajé hacia el sur unos 300 km por una línea imaginaria paralela al terminador en busca de una pareja de pequeños cráteres gemelos Gambart B y C de 12 km de diámetro, muy cerca de ellos, casi pegado  hacia el oeste se encuentra el domo Gambart de 13 km de diámetro y no más de 300 m de altura. Estos montículos  llamados domos, son de difícil observación por el escaso relieve que presentan, a 200 aumentos lo observé sin dificultades.
     Al continuar  mi exploración hacia el sur, el terminador ofrece las más variadas formas entre cráteres, montañas y valles, prácticamente en toda la región sur no existen planicies que destacar pero sí un gran número de importantes cráteres dignos de ser observados y registrados.
Antes que nada reparé de nuevo en ese gran desnivel del mar de las nubes llamado por muchos la espada lunar cuyo nombre clásico es Rupes Recta.


   
     Al noreste la cola del pavo, tenía en mente buscar los cratercillos, rimas y promontorios en Alphonsus y Arzachel, los encontré pero no con facilidad, tuve que añadir una buena dosis de paciencia hasta hacerme con ellos. Me gustó especialmente Arzachel pues son muchos los detalles que alberga en su interior, dos rimas, promontorio central y varios cratercillos pequeños siendo “A” el más grande situado al noreste del pico central.




     Finalicé la sesión contemplando el famoso cráter Tycho de 85 km de diámetro, al ser un cráter bastante joven de unos 100 millones de años aún se conservan de forma radial las eyecciones de masa que cayeron repartidas por la cara visible del satélite, estas irradiaciones se ven perfectamente en fase de Luna llena. Al norte de Tycho el gran Maginus de 160 km  de diámetro tiene a su alrededor paredes que alcanzan los 4000 m de altitud cuyos bordes se encuentran muy dañados por sucesivos impactos. Reparé en varios de sus pequeños cráteres y montañas que alberga en su interior.
     Orontius al este de Tycho, es un  cráter de aspecto muy antiguo de forma irregular que ha sufrido también los impactos de numerosos asteroides.
     Termino la crónica advirtiendo que la zona sur repleta de cráteres bien merece una sesión en exclusiva.