miércoles, 4 de diciembre de 2013

ALGUNAS PRUEBAS CON APERTURA REDUCIDA

La tapa de los telescopios reflectores, poseen un agujero de unos cuantos centímetros -según abertura- para la observación solar colocando adecuadamente un filtro. En el caso del reflector Celestron de 200 mm de abertura, el agujero es de 5 cm con su tapa. Mi compañero de agrupación David Corral, posee uno de estos tubos y mientras colocaba un filtro solar en la pequeña abertura antes mencionada, se preguntó qué pasaría si observara estrellas dobles o cúmulos sólo a través de este pequeño agujero o si incluso practicara alguno más repartido a modo de máscara de Hartman. Pensó que la luz al no ser interceptada por el secundario la imagen sería más oscura pero más puntual. Hizo un agujero de 7 cm y observó a través de este, comprobó lo que había previsto, imágenes más oscuras pero en dobles y cúmulos los resultados le sorprendieron muy gratamente,  parecía que estaba observando con un buen refractor, ausencia total de coma –o por lo menos inapreciable- y por supuesto nada de cromatismo dado que es un reflector.
Esperando a que llegara una buena noche de observación, me avisó y la pasada noche del día 20 de noviembre hicimos varias pruebas con dobles, Luna y Júpiter. A Júpiter no le hicimos demasiado caso debido a su proximidad a la Luna, en fase menguante  de 18 días y  80% de superficie iluminada, no era el mejor momento, además,  a menor abertura, menor capacidad de resolver detalles atmosféricos. La finalidad con este sistema no pasa por la observación de planetas. A la Luna tampoco le hicimos mucho caso y fue observada de pasada con total abertura y  filtro polarizador. Lo más importante fue el resultado en dobles, de verdad que nos recordaba a las imágenes obtenidas en mi Vixen ED de 102mm, con este sistema son  más oscuras, pero muy buenas y puntuales, con el disco de Airy y patrón de difracción bien definidos. Y aún más importante, quiero resaltar que separamos estrellas dobles cercanas a una separación de 1” de arco. Así,  las fórmulas a las que estamos acostumbrados para calcular la capacidad de un telescopio (120/D) son echadas por tierra, garantizo que pudimos desdoblar la STF 162 en Perseo de 1,8” y la STF 3062 de 1,3” en Casiopea con bastante claridad. La verdad que con un seeing muy próximo a 5 de 5 cuyo único obstáculo era la deslumbrante Luna.


Datos:
Telescopio reflector Newton de 200mm de abertura y 1000mm de focal. Fue utilizado principalmente probando el sistema de reducción de abertura a 7cm.
Telescopio refractor Takahashi 102mm de abertura y 816 de focal.
Montura Celestron CG5-GOTO.
Oculares: Hiperion de 10mm, Pentax XW  5mm, Takahashi 3,6mm (Aumentos: 100, 200 y 277 en el reflector y 81, 163 y 227 en el refractor).
En el Celestron con abertura reducida: Magnitud límite: 11,7.       Aumento máximo recomendado: 160.       Poder de separación: 1,6.

Sistemas observados:

STF 3053.- Sistema triple en la constelación de Cassiopea en la posición 00h02m +66º05'5. Comenzamos con este trío, facilón pero muy bonito por el contraste de las componentes A y B,  de magnitudes 5,9  y 7,2 amarilla y azul con AP de 70º a 15 segundos con una tercera a 98 segundos de magnitud 11, esta última no pudimos apreciar su color debido a su escaso brillo. ¿Podemos ver estrellas de magnitud 11 con abertura de 7 cm y Luna casi llena? nosotros vimos esa tercera componente.

 STF 3050.- También sistema triple en la constelación de Andrómeda aunque sólo nos fijamos en las componentes A y B. En la posición  23h59m +33º43’, es un par muy cerrado con dos estrellitas casi gemelas de magnitudes de 6,5 y 6,7 a 2,3” y AP de 332º. Las pudimos separar con 100 aumentos sin dificultad pero pronto cambiamos a 200 para distinguir con claridad el pasillo oscuro que separa ambas componentes. Pasamos a 277x con el ocular Takahasi, en este caso, dadas las escasas posibilidades de una abertura tan pequeña, no pensamos que la imagen mejoraría, sin embargo, dada la calidad de este ocular el par quedó más separado y sin pérdida alguna de luz. Sorprendidos por los resultados, nos fuimos animando y buscamos pares cada vez más cerrados o difíciles para ver hasta dónde podíamos  llegar con esta abertura.

STF 162.- Estrella múltiple en la constelación de Perseo en la posición 01h 49m +47º 53´ compuesta por cuatro  astros de magnitud A 6,5 – B 7,2 – C 9,4 y D 10. Para nuestro cometido las componentes A y B    con una separación de 1,8” y AP de 199º eran las que nos interesaban. Aquí creíamos que  no llegaríamos y aunque la búsqueda costó un poco porque la hacíamos con el ocular de 10mm, finalmente una rayita perdida en el campo de visión delató el par. Siguiendo con el procedimiento de las anteriores observaciones, pronto cambiamos al ocular de 5mm y 200x, una vez más la tónica era desdoblar sin dificultad y  según la teoría ya nos encontrábamos al borde del límite de resolución, encima con Luna casi llena y telescopio seguía dando la talla. Nuevamente a 277x la imagen mejoró. He de reconocer que esta observación requirió más atención y tiempo pegado al ocular que las anteriores pero sin duda nos acompañó la buena calidad de la noche.
STF 3062.- Estrella doble en la constelación de Casiopea en la posición 00h 6m +58º 26’, sus componentes son de magnitud 6,4 la primaria y 7,3 la secundaria. Con una separación de 1,3” y AP de 353º no teníamos ninguna esperanza de poder desdoblarla pero era cuestión de intentarlo y así lo hicimos. Cuando el tubo se paró y miramos a través del ocular… ¿Cuál era de todas las que aparecían en el campo de visión?, tuvimos que hacer varas pruebas pero al  final lo conseguimos. A 200x se apreciaba una levísima rayita y se pudo desdoblar a 277x que era la máxima amplificación disponible. Lo sorprendente es que, probablemente  debido a su bajo brillo, aparecieron dos minúsculos discos que costaba “mantener” pero estamos hablando de un reto conseguido  que de otro modo, atendiendo  a las teorías probablemente ni lo hubiéramos intentado.

STF 73.- Estrella doble en la constelación de Andrómeda en la posición 00h 54,5m +23º 37,4’, está compuesta por dos estrellitas casi gemelas de la magnitud 6,1 y 6,5 con una separación de 1” y ángulo de posición de 322º. Aquí sí pinchamos con 7cm, era pedirle demasiado y tuvimos que recurrir a la apertura total de 200mm para separarlas con el ocular Péntax de 5mm, no obstante las dos componentes prácticamente pegadas ofrecían poca estabilidad, como si hubiera empeorado momentáneamente el seeing y recurrimos al filtro lunar para quitarles brillo, ahora sí quedaron separadas por un ligerísimo pasillo oscuro y pronto cambiamos al ocular de mayor aumento el de 3,6mm de Takahashi pero no hubo una mejoría notoria y nuestra sorpresa fue que el filtro no roscaba en este último, ¿será cosa de los Taka?.

Pero teníamos otra prueba pendiente con el recién llegado Takahashi, un tubo refractor de altas prestaciones de 102mm de abertura modelo TSA. Siempre he querido ver las seis componentes más brillantes del trapecio de Orión, por supuesto que no era la noche indicada, dentro de la población y con la luna iluminada en un 80%... se nos ocurrió que podría ser otra prueba de fuego y lo intentamos.
 Esta vez con los tres oculares empezando por el Hiperion de 10mm para ascender al 5mm y finalmente al 3,6mm. Con 81x la imagen era soberbia, fina y puntual hasta el extremo, las cuatro estrellitas principales, A, B, C, y D se mostraban como nunca  las he visto.
Envueltas por una notable nebulosa, aquí hay que prestar atención, porque la nebulosidad resta brillo a las estrellas y si además son débiles como las que buscábamos  mucho más. Después de observar detenidamente pudimos comprobar que la componente E de magnitud 11 era visible. Probablemente si la componente A de  magnitud 6,7 fuera más brillante,  la componente E quedaría deslumbrada haciéndola invisible que es exactamente lo que le ocurre a la componente F también de magnitud 11 a 4” de C que brilla con magnitud 5,1 y no pudimos verla hasta colocar el ocular Pentax, aún así, a penas quería despuntar a un lado. Queda el reto para una noche sin Luna o habrá que recurrir al otro refractor que poseo de 152mm de abertura o quitarle la tapa al reflector. La noche fue limpia, estable y fresquita, por debajo de los -2º.

Ramón Sobrino Muñoz y David Corral Pérez, miembros de la agrupación astronómica de Miguelturra y Astrociudadreal (Ciudad Real)




                      

lunes, 19 de agosto de 2013

V JORNADA DE ASTRONOMÍA DE PERALVILLO

Jornada Astronómica
de Peralvillo 2013
Por Juan Ángel Martín Díaz


La noche del 10 al 11 de agosto se celebró la V Jornada Astronómica de Peralvillo, que organizada por la Agrupación Astronómica de Miguelturra, contó con la colaboración de los vecinos de la localidad y con el patrocinio del Ayuntamiento de Miguelturra y la Obra Social de la Caixa.

Inicialmente prevista para el sábado 27 de julio, debido a la meteorología adversa tuvo que ser aplazada al citado fin de  semana para su realización. Y aunque este cambio inesperado obligó a que el evento quedara fuera de las fiestas que la localidad celebra  con motivo de la Virgen Blanca, ello no supuso menor asistencia por parte de las personas interesadas en la actividad. Ya el día originalmente programado acudió bastante gente y, llegada la fecha en la que finalmente se pudo llevar a cabo la misma, las estimaciones rondaron los 80 asistentes más los componentes de la Agrupación y sus  familiares.
El emplazamiento elegido para la observación fue el mismo de ocasiones anteriores: un camino a las afueras de la localidad, que reúne unas condiciones aceptables y no queda demasiado lejos de la misma, con lo cual prácticamente todas las personas se desplazaron andando cómodamente hasta allí, dando un pequeño paseo y dejando el coche en el pueblo.
Apartado de la carretera y en mitad de una elevación entre los cultivos, este lugar es suficientemente oscuro para facilitar la observación astronómica, a pesar de que los núcleos de población circundantes, especialmente Ciudad Real al sur, con su alumbrado urbano generan cierta contaminación lumínica que resta calidad visual a la observación astronómica. Lamentablemente, esta circunstancia es habitual en nuestra geografía, ya que las administraciones en muchas ocasiones no son conscientes del valor natural que supone la contemplación del cielo nocturno. Afortunadamente por otro lado, se va tomando conciencia de esta circunstancia y de qué ‘iluminar más no es iluminar mejor’; por ello se están reemplazando luminarias antiguas por otras de bajo consumo -la crisis en esto ha ayudado- tal y como reclamaban colectivos ecologistas y astronómicos. Pero volviendo a nuestra actividad, decir que comenzó comenzó con una reseña cronológica de la Agrupación, desde su inicio allá en 1996 hasta la nueva etapa que comenzó en 2012 con una que comenzó en 2012 con una ‘campaña’ de captación de socios que se ha traducido en un incremento de los mismos hasta los cerca de 15 miembros en la actualidad. Compañeros jóvenes y preparados que darán continuidad a las actividades de la   misma.


A través de los cinco telescopios de todo tipo instalados, la  observación en sí comenzó por el planeta Saturno y sus anillos, pasándose después a un recorrido por las constelaciones del cielo de verano y posteriormente se fueron visualizando objetos de todo tipo: nebulosas, estrellas dobles, cúmulos, etc., que despertaron el interés de todos los participantes. Incluso como pequeño ‘experimento’ que no es habitual en este tipo de actividades, se realizaron tomas fotográficas de larga exposición para la captación de imágenes de objetos remotos y su procesado  in situ en un ordenador portátil. Para terminar, como curiosidad decir que al ser prácticamente coincidentes en el calendario, esa noche se pudieron observar numerosas estrellas fugaces, las llamadas ‘Perseidas’ sorprendiendo a los participantes. 
Aprovechando la ocasión, a todos ellos se les informó que  la siguiente cita con la Astronomía, será en Miguelturra en los primeros días del mes de octubre.
Una vez más, fue una jornada amena y participativa, ya que grandes y pequeños aprovecharon para aprender, contemplar y disfrutar de las maravillas del Universo.













    




















martes, 11 de junio de 2013

CONJUNCIÓN PLANETARIA

A finales del pasado mes de mayo pudimos contemplar una reunión de planetas tras la puesta de Sol. Al comienzo del crepúsculo, Júpiter, Mercurio y Venus comenzaban a brillar tímidamente formando un triángulo muy cercano al horizonte.
Estoy seguro de que muchos aficionados salieron al campo o subieron a sus azoteas para contemplar este tipo de  fenómeno que suele darse con relativa  frecuencia, aunque los planetas que intervienen no siempre son los mismos ni en igual número.
El compañero David, aficionado activo y amante de la astrofotografía me llamó para pedirme si salíamos a fotografiar el encuentro planetario, sin dudarlo nos pusimos en marcha y salimos a las afueras del pueblo para hacer unas tomas. Más abajo, expongo algunas fotos de larga exposición que nada tienen que ver con la conjunción planetaria.

arriba Mercurio, abajo a la izquierda Júpiter y abajo a la derecha Venus.







sábado, 16 de febrero de 2013

Tránsito de la sombra de Europa por el disco de Júpiter

En la misma noche de observación del asteroide 2012 DA14, sobre las 22:00 horas pudimos ver con claridad como antes de que  el satélite  de Júpiter Europa comenzase a atravesar el disco planetario, su sombra recorría lentamente las bandas nubosas del gigante. Utilizamos para ello el telescopio refractor de 150 mm y un ocular de 6 mm  que proporciona 126 aumentos.


ASTEROIDE 2012 DA14


Durante los últimos días hemos sido informados a través de los medios de comunicación del paso del asteroide 2012 DA14  a sólo 27700 km de la Tierra en su máximo acecamiento, en términos astronómicos eso significa rozar nuestro planeta. A pesar de que las expectativas  para su observación eran muy optimistas, la realidad ha sido bien distinta. Una vez que conocemos los parámetros que intervienen en su observación, la “facilidad”  de detección se convierte en dificultad.
El asteroide en cuestión es una roca de unos 50 metros de largo equivalente a un edificio de 16 pisos, por grande que nos parezca, en términos astronómicos es un cuerpo despreciable, pero razonablemente una colisión contra nuestro planeta produciría un gran desastre local.
También hemos escuchado y leído que podría observarse con prismáticos, sin embargo por muy conocedor del cielo que uno sea y por muy bien que sepa la zona de paso del asteroide es extremadamente difícil  su distinción del resto de estrellas que entran en campo.
La agrupación astronómica de Miguelturra organizó una actividad para cazar al visitante cósmico y preparó el instrumental necesario para su observación. Telescopios y cámaras fotográficas fueron instalados en el observatorio astronómico de Cañalarrosa, lugar habitual de encuentro  de astrónomos aficionados desde donde llevan a cabo sus actividades.
Dado que el cielo no estuvo totalmente trasparente por culpa de un velo nuboso que duró hasta bien entrada la media noche, descartamos el intento de observación visual   y recurrimos a la fotografía  de alta sensibilidad. Utilizamos un telescopio automático al que acoplamos la cámara y se buscó el asteroide mediante coordenadas celestes en tiempo real.
En las fotos que sigue se aprecia el trazo dejado por el asteroide sobre el fondo estelar  durante un recorrido de 2 minutos que duró la exposición. Su  brillo era en ese instante 43600 veces más débil que la estrella Sirio, la más brillante del firmamento.
En la segunda y tercera imagen aparece lagalaxia NGC 4605 en la Osa Mayor.








viernes, 18 de enero de 2013

GRAN NEBULOSA DE ORIÓN

Fotografía realizada por miembros de la Agrupación Astronómica de Miguelturra el día 4 de enero de 2013 en el observatorio astronómico de Cañalarrosa, Miguelturra (Ciudad Real).
Se utilizó un telescopio Celestron reflector de 200 mm de diámetro y un metro de distancia focal,  un segundo tubo en paralelo  William Optics de 80 mm para hacer el autoguiado con cámara CCD QHY5 mono, la cámara principal Canon DSLR 550 con filtro antipolución lumínica y una exposición de 15 minutos para la toma principal y varias más cortas para añadir información que quedaría oculta en la exposición principal por exceso de luz. Todo sobre montura EQ6 PRO.
La gran nebulosa de Orión, también conocida como Messier 42 es uno de los objetos más espectaculares del firmamento, probablemente el más fotografiado de todos los de cielo profundo. 
Se trata de una nebulosa de reflexión que brilla porque refleja o difunde la luz de las estrellas cercanas, pero M 42 es además una nube de emisión al emitir luz desde su núcleo por contener estrellas en formación, es decir se trata de un criadero de estrellas. La luz ultravioleta procedente de las estrellas ioniza el gas y lo hace brillar.