En la misma noche de observación del asteroide 2012 DA14, sobre las 22:00 horas pudimos ver con claridad como antes de que el satélite de Júpiter Europa comenzase a atravesar el disco planetario, su sombra recorría lentamente las bandas nubosas del gigante. Utilizamos para ello el telescopio refractor de 150 mm y un ocular de 6 mm que proporciona 126 aumentos.
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sábado, 16 de febrero de 2013
ASTEROIDE 2012 DA14
Durante
los últimos días hemos sido informados a través de los medios de comunicación
del paso del asteroide 2012 DA14 a sólo
27700 km de la Tierra en su máximo acecamiento, en términos astronómicos eso significa rozar nuestro
planeta. A pesar de que las expectativas
para su observación eran muy optimistas, la realidad ha sido bien
distinta. Una vez que conocemos los parámetros que intervienen en su
observación, la “facilidad” de detección
se convierte en dificultad.
El
asteroide en cuestión es una roca de unos 50 metros de largo equivalente a un
edificio de 16 pisos, por grande que nos parezca, en términos astronómicos es
un cuerpo despreciable, pero razonablemente una colisión contra nuestro planeta
produciría un gran desastre local.
También
hemos escuchado y leído que podría observarse con prismáticos, sin embargo por
muy conocedor del cielo que uno sea y por muy bien que sepa la zona de paso del
asteroide es extremadamente difícil su
distinción del resto de estrellas que entran en campo.
La
agrupación astronómica de Miguelturra organizó una actividad para cazar al
visitante cósmico y preparó el instrumental necesario para su observación.
Telescopios y cámaras fotográficas fueron instalados en el observatorio
astronómico de Cañalarrosa, lugar habitual de encuentro de astrónomos aficionados desde donde llevan
a cabo sus actividades.
Dado
que el cielo no estuvo totalmente trasparente por culpa de un velo nuboso que
duró hasta bien entrada la media noche, descartamos el intento de observación
visual y recurrimos a la
fotografía de alta sensibilidad.
Utilizamos un telescopio automático al que acoplamos la cámara y se buscó el
asteroide mediante coordenadas celestes en tiempo real.
En
las fotos que sigue se aprecia el trazo dejado por el asteroide sobre el fondo
estelar durante un recorrido de 2
minutos que duró la exposición. Su
brillo era en ese instante 43600 veces más débil que la estrella Sirio,
la más brillante del firmamento.
En la segunda y tercera imagen aparece lagalaxia NGC 4605 en la Osa Mayor.
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